Había una vez,
una chalupa al
revés,
estaba vieja y gastada,
recorrió el mundo con sus pisadas,
dejando huellas y
alegrías,
en todos los que la
veían.
Cuando salia se
sentía joven,
con vigor, encanto y destreza .
Cuando
volvía se
sentía vieja,
pero llena de grandeza.
Esa chalupa sigue dando vueltas,
alegrando, encantando, mostrando,
aprendiendo, enseñando, riendo,
llorando, celebrando, la vida y la muerte.
Podrá
algún día ser cambiada,
les aseguro que no será OLVIDADA!!!.