Había una vez,
una chalupa al revés,
estaba vieja y gastada,
recorrió el mundo con sus pisadas,
dejando huellas y alegrías,
en todos los que la veían.
Cuando salia se sentía joven,
con vigor, encanto y destreza .
Cuando volvía se sentía vieja,
pero llena de grandeza.
Esa chalupa sigue dando vueltas,
alegrando, encantando, mostrando,
aprendiendo, enseñando, riendo,
llorando, celebrando, la vida y la muerte.
Podrá algún día ser cambiada,
les aseguro que no será OLVIDADA!!!.
viernes, 3 de julio de 2009
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